ALGUNAS RECOMENDACIONES SENCILLAS QUE SE PUEDEN LLEVAR A CABO PARA RESTAR EL EFECTO DEL CALENTAMIENTO GLOBAL
1. Emplee la energía eficientemente. No use electricidad para calentar el agua, pónganse de acuerdo y determine horarios en los que la mayoría de los integrantes de la familia se bañará, ahorrará CO2 y dinero. Además no deje cargadores de celulares enchufados, evite mantener la laptop conectada permanentemente y procure desenchufar el televisor mientras no lo use, pues todo ello consume energía.
2. Recurra al sano hábito de apagar la luz. Ahorre electricidad y reduzca el calentamiento global apagando las luces a su paso cuando desocupe una habitación, o empleando luminarias de menor consumo cuando solo necesita leer, por ejemplo.
3. Cambie los focos regulares por los incandescentes o ahorradores en lugares que permanecerán mucho tiempo con la luz prendida. Usan 80% menos de energía y ofrecen la misma intensidad de luz. Como si ello fuera poco, duran diez veces más que las bombillas regulares. Y si su jardín requiere iluminación, elija aquella que emplea la energía solar. La encuentra en forma de estacas para instalar rápidamente en el césped o como faroles.
4. Evite comprar productos con embalajes inútiles (como el plástico y PVC que envuelve embutidos y carnes). Haga su parte para reducir esta pérdida y escoja los productos con empaques reusables en lugar de aquellos que se desechan, o lleve su propia bolsa de mercado. Siempre que pueda, recicle papel, plástico, periódicos, vasos y latas de aluminio. Si no hay un programa de reciclaje en su distrito o trabajo, sea participativo y pregunte cómo empezar uno. Si recicla el 10% de los desperdicios de su casa, se calcula que ayuda a evitar 545 kilos de dióxido de carbono al año.
5. Camine y use esa bicicleta olvidada en la cochera, es bueno para el clima y para su salud. Si acaso necesita ir muy lejos, emplee el transporte público al menos algunos días a la semana.
6. Si de todas maneras prefiere manejar, proponga a quienes viven cerca de su casa compartir el transporte para ir al trabajo. Y por cierto, cuando maneje, asegúrese de que su vehículo esté funcionando eficazmente. Por ejemplo, si mantiene sus llantas bien infladas puede ahorrar combustible. Recuerde que cada galón de gasolina que ahorra favorece no solo su presupuesto, sino que también deja fuera de la atmósfera al menos diez kilos de dióxido de carbono.
7. Si es que considera que ha llegado el momento de comprar un nuevo auto, escoja aquel que ofrezca más kilómetros de distancia por consumo de gasolina. Hoy en día muchas de las marcas comerciales cuentan con líneas amigables con el medio ambiente por el uso eficiente de combustible, y le sorprenderá saber que no son costosas. Averigüe por ellas.
8. Ahorre agua. Este recurso preciado es desperdiciado de la manera más tonta, como cuando se cepilla los dientes, se baña o cuando enjabona al perro y deja el agua corriendo por la manguera, lo mismo cuando lava su carro. Cierre las griferías también cuando enjabone el servicio, pues, para que tenga una idea, por minuto se consume en promedio 15 litros de agua. Por cierto, si puede hacer una inversión, cambie sus grifos por aquellos que hacen un uso eficiente de este líquido.
9. También en su alimentación puede hacer un gran cambio. Decida comer más verduras que carnes, pues requieren menos energía y menos CO2 para su producción, y además estará más saludable.
10. Y aunque suene a la propuesta más romántica y utópica, plante un árbol. Dicen que es una de las tres cosas que uno debe hacer en la vida. Y además un solo árbol absorbe una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida.
FUENTE: El Comercio
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